La perseverancia siempre da frutos, y esto lo conoce muy bien el magnate Michael Bloomberg, quien pasó de estar despedido del trabajo de sus sueños a ser el noveno hombre más rico del mundo.
A sus 78 años, Michael Bloomberg ha logrado estar siempre en el puesto de jefe. Fue director ejecutivo de una empresa de datos financieros, alcalde de la ciudad más poblada de Estados Unidos, director de un grupo nacional de control de armas y fundador de una de las agencias de noticias más importantes del mundo.
En una entrevista, su madre recordó que Bloomberg “siempre quería ser el jefe de todo en lo que estuviéramos trabajando”, él “quería manejarlo todo”.
Todo su éxito es el resultado de la perseverancia y la búsqueda de independencia que, desde joven, ha caracterizado a Michael Bloomberg. En el camino por alcanzar sus metas, aprendió valiosas lecciones como tomar riesgos, no perder el tiempo lamentándose por el fracaso y, sobre todo, nunca dejar de aprender.
¿Por qué Michael Bloomberg es famoso?
Hay dos maneras de ver el fracaso profesional: como una pérdida de tiempo o como una oportunidad para empezar de nuevo. Y Michael Bloomberg no tiene miedo de volver a intentarlo siempre.
Michael Bloomberg estudió y trabajó para lograr entrar al mundo de Wall Street, algo que consiguió a principios de la década de los 70. Empezó a trabajar en el banco de inversión Salomon Brothers, donde llegó a ser socio.
Sin embargo, en 1981 su vida dio un giro: lo despidieron. La empresa Salomon Brothers estaba en quiebra y fue vendida a Phibro Corporation.
A sus 40 años, Michael Bloomberg se encontraba desempleado, pero gracias a su experiencia sabía la importancia de la información financiera, del desarrollo de software y del rol fundamental de las telecomunicaciones para visualizar los datos.
Es por ello que tomó el dinero de su indemnización y, sin pensarlo dos veces, creó su compañía Bloomberg L.P. Allí desarrolló un sistema que revolucionó la forma de hacer negocios en Wall Street.
Durante su trabajo en Salomon Brothers, Bloomberg aprendió que el mercado estaba dispuesto a pagar bien por información financiera confiable. Además, que por sus constantes cambios esta debía entregarse inmediatamente y por diferentes medios.
Es por ello que su sistema brinda la posibilidad de ver los datos de todos los mercados en tiempo real. Así como también realizar operaciones en distintas modalidades: renta fija y variable, commodities, divisas y derivados.
El éxito como resultado del trabajo
“La suerte es el éxito, pero cuanto más trabajas, más suerte obtienes… El trabajo duro crea oportunidades que tu currículum no puede”.
Michael Rubens Bloomberg nació en una familia judía el 14 de febrero de 1942, hijo de un agente de bienes raíces y una ama de casa.
Desde muy joven, Michael buscó trabajar, pero no fue sino hasta que los Bloomberg se mudaron a Medford, uno de los suburbios de Boston, cuando logró más independencia. Esta casa se convirtió en su hogar hasta que se graduó en Ingeniería Eléctrica en la Universidad Johns Hopkins.
Bloomberg tenía sus objetivos muy claros y, para ayudar a las finanzas familiares, trabajó durante sus años universitarios para cubrir sus gastos. El primero de esos empleos fue cuando aún era un adolescente, como valet.
Michael Bloomberg tenía entre 16 y 17 años, y su salario era de dos dólares por hora, pero esto fue suficiente para tener una independencia económica básica.
Los frutos de años de esfuerzo los empezó a recoger luego de obtener su MBA en la Harvard Business School, cuando se mudó a Nueva York buscando establecerse en el mercado de valores.
Bloomberg no tardó mucho en destacar, y sus buenas actitudes le abrieron las puertas de Salomon Brothers, uno de los bancos de inversión de referencia en Wall Street. Fue allí donde aprendió el valor de la información y el precio que la gente estaba dispuesta a pagar por ella.
Fue a finales de los 70 cuando, tras su despido, decidió crear su propia compañía: Bloomberg L.P., dedicada a ofrecer software financiero, datos y noticias.
Su primer gran apoyo fue Merrill Lynch, que se convirtió en su principal cliente y terminó invirtiendo 30 millones de dólares. Esto lo ayudó a establecerse como la firma de referencia en información bursátil.
El tiempo pasó y el emporio mediático Bloomberg llegó a todos los campos y formatos.
Hoy en día, según la lista de grandes fortunas de Forbes, la riqueza de Bloomberg alcanza los 41 mil millones de dólares, ubicándolo como la novena persona más rica del mundo.
Camino político
Pero Bloomberg no solo ha destacado en el ámbito financiero, sino que también se ha relacionado con el mundo de la política.
En 2001, Bloomberg se lanzó a la alcaldía de Nueva York por el Partido Republicano y contó con el apoyo del recordado alcalde Rudolph Giuliani.
Bloomberg ganó la contienda y asumió la alcaldía pocos meses después de los ataques del 11 de septiembre.
La ciudad atravesaba uno de sus momentos más complicados: no solo tenía un duro golpe moral por el atentado, sino que también enfrentaba una situación económica crítica. La Gran Manzana tenía el mayor déficit fiscal de su historia.
Con sus conocimientos en finanzas, el multimillonario logró estabilizar la zona sur de Manhattan y garantizar la permanencia de las grandes firmas financieras en la ciudad. Al término de su mandato, la ciudad quedó con un superávit superior a US$2.000 millones.
Aunque la Casa Blanca fue su objetivo durante las contiendas de 2019 como precandidato demócrata, no logró superar el debate contra otros candidatos en Las Vegas. Se calcula que el magnate gastó más de US$300 millones de su propio bolsillo para esta campaña.
Bloomberg comentó en una ocasión: “En última instancia, eres responsable de tu éxito y tu fracaso, pero solo tienes éxito si compartes la recompensa con los demás”.
Es por ello que, a sus 78 años, el jefe del imperio Bloomberg —que tiene un capital superior a US$56.200 millones— ocupa parte de su tiempo en actividades cívicas y filantrópicas, casi siempre enfocadas en la educación y la protección social.
¡AQUÍ puedes encontrar muchos libros sobre Michael Bloomberg!
